Las Trampas del Enamora-Miento

Trampas del Enmaoramiento

Entre la Ceguera y la Consciencia de los Corazones

El amor, cuando hay confusión se vive como  un torbellino de emociones que nos arrastra hacia un abismo de pasión. Pero…….,…..

¿Y si este abismo se convierte en una trampa?

¿Cómo navegar las aguas turbulentas de la atracción sin naufragar en las profundidades de la dependencia y el sufrimiento?

Antes de abordar este tema a profundidad debemos hacernos las siguientes interrogantes

¿Estoy consciente de  que es el Amor?

¿El sexo es amor?

Vamos con lo primero

Amor Romántico y Consciencia de Amor 

Tantra y Enamoramiento

El Amor romantico es una idea que por lo general nos envuelve en  confusiones  para esta cultura, empeñada en promover ese estado  denominado enamoramiento. Amor y enamoramiento son dos estados completamente distintos.

El estado de enamoramiento o amor romántico es una emoción positiva impregnada de energía sexual. Cuando el centro emocional
toma energía del centro sexual, o el centro sexual reprimido invade el centro emocional, aparece el “estoy enamorado” que obnubila o empaña los otros centros, incluido el centro racional. Por eso se afirma que el amor es ciego. Pero también puede ser sordo, mudo, simple y pasajero.

El amor romántico en ocasiones  es un truco de la naturaleza para superar las objeciones que el centro intelectual puede plantearle al sexo. Como el sexo físico básico del hombre común podría ser tan abrupto, tan fogoso, compulsivo, intenso y apasionado, la razón no lo asimila tan fácilmente.

La estructura del centro intelectual, con sus prejuicios, razones éticas y morales, criterios religiosos y culturales, no asume el sexo
con naturalidad. Lo juzga, lo analiza, lo condena, lo desprecia, le teme. Lo ve como una expresión de la parte animal que aún somos,
como la involución de la racionalidad hacia la animalidad. Si el sexo dependiera de la razón, la especie humana habría estado en peligro de extinción  hace siglos. Afortunadamente esta dependencia no fue permitida por la naturaleza.

¿Cómo hizo la naturaleza para superar las barreras que la racionalidad opone al sexo?

Creó el estado de enamoramiento, esa  mezcla de emoción y energía sexual capaz de suavizar lo abrupto del sexo, y la pareja supera así las objeciones racionales. El amor romántico enmascara el instinto y la pasión, manifestándose como una emoción positiva que ha sido sobredimensionada por la cultura.

Todo este fluir del enamoramiento hacia el sexo es inconsciente y primitivo, le sucede, pero permite que fluya la poderosa energía sexual por los canales que la naturaleza creó, sin las objeciones irracionales de la razón analítica.

Enamoramiento, amor romántico, son los eufemismos utilizados para evitar decirlo en forma clara: ese “amor” no es más que deseo
biológico, un simple juego biológico inventado por la naturaleza para facilitar el encuentro e interpenetración de los cuerpos.

Su cuerpo crea el deseo y del deseo surge el enamoramiento. Al deseo carnal se le llama amor, y el hombre ordinario lo aprecia como
la cumbre de la condición humana, porque su comprensión va ahí.

Pero el amor verdadero no surge del cuerpo. Nace de la conciencia, de lo más profundo de su Ser. Pero, mientras su conciencia continúe adormecida, seguirá confundiendo el deseo carnal con el Amor real.

GOZO EXISTENCIAL, AMOR, ALMA

El Amor Real o la Consciencia de Amor  es una cualidad de la conciencia de su Ser. El sexo no es la única puerta de entrada a la conciencia. Es una oportunidad preciosa para penetrar en los confines de la conciencia, pero no es la única oportunidad.
El sexo es un medio y la conciencia es el objetivo, pero diversos son los medios con el mismo objetivo.

Si el Amor es una virtud de la conciencia, entonces, el problema básico del Amor es empezar por madurar, por despertar su consciencia de Amor

Pasar del Enamoramiento al Amor es migrar de la inconciencia a la conciencia, de la mecanicidad al Testigo.

Si migra podrá encontrar una pareja madura.

Si no migra, elegirá desde la inmadurez y seleccionará una persona Infantil, Narcisa o simplemente Basica. Si vuelve a elegir, repetirá el error. Si no madura, si no evoluciona hacia niveles superiores de conciencia, repetirá el mismo error, una y otra vez.

¿Por qué no habría de ser así?

¿Acaso algo ha cambiado en usted?

Si nada cambia, todo se repite.
Si su Ser no evoluciona, su elección será siempre la misma, aunque la forma externa sea distinta. Es así como el infortunio se repite.
Continuará eligiendo clones o cayendo en una adicción hacia el sufrimiento

Si su Ser no ha madurado, si no ha cerrado ciclos con sus exparejas, si sigue cayendo en enredos o triangulos amorosos, si no se ha hecho Consciente de su amor propio, si no ha acrecentado la comprensión de los hechos de la vida, es muy probable que elija mal, pudiendo padecer nuevamente de sufrimiento y repitiendo el patrón.

Mientras su elección no sea un acto consciente sino un impulso emocional, material o llevado por sus carencias  su posibilidad de error podría ser muy alta

Usted dispone sólo de dos opciones: elige desde el estado confuso del Enamoramiento desencadenado por un encuentro solamente sexual y o de un apego material o desde la Consciencia de amor

Desde el amor emocional, su decisión es emocional y las consecuencias son emocionales. Tiende al sufrimiento y al desamor. Padecerá.
Desde la Consciencia de  Amor jamás puede equivocarse, porque la persona consciente da Amor, sin estar atado a ninguna condición, esperanza o circunstancia. Simplemente lo da, sin esperar nada, agradecido de que lo acepten, sin esperar ni necesitar agradecimiento alguno.

La flor que entrega su fragancia;

¿cómo puede equivocarse, si no dispone de opciones?

¿Cómo puede haber error en el dar sin esperar?

¿Qué transmite el que Ama al ser amado?

El sentido de la plena libertad, su independencia vital, el respeto por su individualidad, la consciencia  de corresponder con Amor, la solidaridad en la búsqueda del crecimiento mutuo, la gratitud por la simple existencia del ser amado, la complicidad en el vivir, y siempre la libertad absoluta del ser amado.

Por encima de todo, el respeto por la libertad del ser amado, porque la libertad es un valor más elevado que el Amor. Si el Amor destruye la libertad, no vale la pena.

¿Y el sexo?
El sexo no es el Amor, pero puede ser una manifestación del Amor, así como una rosa no es el Amor pero puede ser una expresión
del Amor.

El sexo es sexo, y el Amor es Amor.

El sexo puede ser un sendero hacia un estado de conciencia superior, y el Amor es una cualidad de esa conciencia.

Del sexo a la conciencia, de la conciencia al Amor.
Es así como el sexo es un medio que permite trascender hacia el Amor. Pero el sexo no es Amor.
Si el Amor es una virtud de la conciencia, lo que importa es la conciencia, no el sexo. Pero el sexo está ahí, forma parte de la vida,
es el eje de su naturaleza corporal, palpita, exige, condiciona.

¿Qué hacer con él? ¿Ignorarlo? ¿Destruirlo? ¿Repudiarlo?

No. El sexo es el más bello regalo dado por la naturaleza, para conservar la vida de la especie y para hallar el Amor, cuando el sexo es consciente.

Una vez hecho Consciente está diferenciación entre Enamoramiento y Consciencia de amor sería bueno plantearte las siguientes interrogantes

¿Estoy consciente de mi merecimiento de ser amada, contemplada y venerada? 

¿Le temo al Amor o al ser amada?

Desde la perspectiva del Taoísmo y el  Tántra, el amor es una danza sagrada entre dos polos: la energía masculina yang, representada por la pasión y la acción, y la energía femenina yin, reflejada en la entrega y la receptividad. El encuentro de estas dos fuerzas da vida a la creación, a la expresión del amor en su máxima plenitud. Sin embargo, cuando uno de los polos domina al otro, la danza se convierte en un baile obsesivo, una danza de la dependencia y el apego.

La psicología transpersonal nos invita a mirar más allá de la superficie, hacia la profundidad de nuestra alma. El amor, en este contexto, no es solo una reacción química del cerebro, sino un puente hacia el despertar, una conexión con nuestra esencia, con lo divino. Pero la trampa se presenta cuando confundimos el éxtasis de la conexión con la propia realización. Nos identificamos con el otro, perdiéndonos en la ilusión del enamoramiento como salvadora o salvador


La sistémica transgeneracional nos recuerda que somos parte de un tejido ancestral, un sistema familiar que porta historias, traumas y patrones repetitivos. El amor puede convertirse en un escenario para la repetición de estos patrones, en una búsqueda inconsciente de completar heridas del pasado, de sanar el vacío de la infancia. En estas dinámicas, el amor se convierte en un bálsamo para el dolor, pero no en la fuente de la verdadera sanación.

La bioquímica del enamoramiento juega un papel crucial en esta danza. La liberación de hormonas como la dopamina, la serotonina y la oxitocina,  nos inundan de euforia y bienestar, creando una ilusión de felicidad plena. Pero esta química efervescente, como una ola que se estrella en la playa, cede su lugar al vacío y a la desilusión cuando sus efectos se desvanecen.

Así pues, el enamoramiento  se convierte en un laberinto donde las emociones se entrelazan con la química, la conciencia y el inconsciente.

¿Cómo navegar estas aguas turbulentas?

Contemplando el amor como una danza, una danza que requiere presencia, conciencia y autoconocimiento. Cultivando la auto-regulación emocional, aceptando el flujo y reflujo de las emociones, sin depender de la aprobación externa para sentirnos completos. Reconociendo nuestros patrones familiares y sanando nuestras heridas, aprendiendo a amar desde la autenticidad y la libertad.

En la búsqueda del amor, recordemos que la llave no está en la posesión, sino en la entrega, en la danza de la conexión, en la unión de los opuestos, en el reconocimiento de la propia esencia. Un amor que trasciende las trampas, un amor que nos eleva hacia la consciencia, un amor que nos recuerda que somos seres completos, capaces de amar y ser amados en la plenitud de nuestra individualidad.


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